8 formas de aprovechar el poder de referencia
A medida que el liderazgo empresarial se centra cada vez más en el trabajo en equipo o la influencia y menos en la clasificación y el control, el poder de referencia crece en relevancia con más y más gerentes que buscan desarrollar esta habilidad.
Pero, ¿qué es el poder de referencia y cuáles son sus ventajas? Y, lo más importante, ¿cómo debe actuar un gerente para ganar poder de referencia sobre su equipo? Vamos a averiguarlo!
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Poder de referencia: definición, explicación y ejemplos
El poder de referencia es uno de los 5 tipos de poder identificados por los psicólogos French y Raven en 1959; los otros cuatro tipos son coercitivo, recompensa, legítimo y experto. Los cinco tipos se dividen en poder formal y poder personal, con poderes referentes y expertos que representan a este último.
El poder de referencia proviene de las cualidades personales del líder, en contraposición a su rol organizacional o su capacidad para otorgar premios o castigos. Es un tipo de poder suave que se basa en la confianza y la democracia: el gerente influye en sus empleados a través de la admiración y el respeto. A diferencia de otros tipos de poder, el poder de referencia se gana, no se impone. Por esta razón, adquirir poder de referencia no es un proceso rápido y simple, pero definitivamente vale la pena.
Tener un líder de referencia reduce los niveles de ansiedad de los empleados, disminuye el comportamiento contraproducente y fomenta la comunicación abierta dentro del equipo. Además, el poder de referencia conecta directamente con una mejor permanencia de los empleados: los estudios muestran que hasta el 70% de la rotación de empleados se debe a gerentes que no nos gustan.
Un ejemplo de poder de referencia en el lugar de trabajo es una gerente que es admirada y respetada por sus subordinados y vista como una modelo a seguir. En situaciones difíciles, los empleados consideran lo que haría su gerente y tratan de seguir su ejemplo.
Ahora, veamos 8 formas de desarrollar tu propio poder de referencia.
1. Escucha más de lo que hablas
Este consejo puede parecer contradictorio porque un gerente persuasivo necesita instruir a su equipo y mostrarles orientación diciéndoles qué hacer. ¿Verdad?
No exactamente.
El liderazgo de referencia significa aprovechar todas las oportunidades para escuchar lo que tus empleados tienen que decir. Esto se aplica tanto a los asuntos laborales como a los asuntos relacionados con el bienestar, las condiciones de trabajo y el crecimiento de los empleados.
Cuando hables con tu equipo, y especialmente cuando compartan un problema contigo, escucha de una forma que les muestres que su perspectiva es importante:
- Mantén el contacto visual,
- Asiente con la cabeza o indica que estás escuchando,
- Haz preguntas de seguimiento,
- Evita mostrar juicio incluso si no estás completamente de acuerdo con lo que dice el empleado,
- Cuando terminen de hablar, dales sugerencias o promételes que pensarás en formas de resolver el problema.
2. Confía en tu equipo, no micro-gestiones
Los empleados solo pueden dar cuenta de su trabajo si les permites hacerlo lo mejor que puedan sin micro-gestionar la ejecución de sus tareas. Si no confías en que tus empleados entreguen los resultados necesarios, una de estas opciones es cierta:
- No has contratado a las personas adecuadas,
- No les estás dando la oportunidad de intentar hacerlo lo mejor que puedan (incluso si eso significa fallar y aprender de sus errores).
El poder de referencia en el liderazgo significa empoderar a tu equipo, ayudarlos y guiarlos si es necesario, pero sin supervisar cada paso que hacen. Prestar atención a los resultados en lugar de cada pequeña acción realizada durante un proyecto reduce el estrés dentro del equipo, fomenta la responsabilidad y motiva a las personas a hacerlo mejor.
3. Predica con el ejemplo
El poder de referencia en el liderazgo significa tener la capacidad de cultivar el respeto y la admiración de tus seguidores de una manera que les haga querer ser como tú. En otras palabras, el poder de referencia es predicar con el ejemplo.
Si deseas que tu equipo adopte ciertos hábitos o prácticas, debes comenzar por hacerlo tu mismo. Tus subordinados verán que no eres “solo palabrería” y ganarán respeto hacia ti. Además, los empleados modelarán su comportamiento en el trabajo y actuarán como creen que tu actuarías en las mismas circunstancias.
En muchos casos, es posible que los empleados ni siquiera sepan que están contribuyendo a modelar el comportamiento del líder. Lo que importa es que sus estándares de precisión, puntualidad y minuciosidad se mantengan altos, gracias a la ética de trabajo igualmente alta demostrada por su jefe.
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4. Colabora en lugar de dar órdenes
El poder de referencia en la gestión es difícil de imaginar sin tener fuertes relaciones de colaboración con tu equipo. En un ambiente de colaboración, cada empleado tiene la oportunidad de compartir sus pensamientos e ideas. La colaboración va de la mano con el compromiso de los empleados, aumentando la motivación y el sentido de propiedad de su trabajo.
Además, la colaboración eficaz reduce la necesidad de trámites burocráticos en la empresa y agiliza el flujo de trabajo entre equipos y departamentos. Los empleados son conscientes de que su trabajo se trata de resultados exitosos en lugar de procedimientos formales y obtener permisos de las autoridades.
5. Estate abierto a nuevas ideas y comentarios
Al igual que fomentar un entorno colaborativo, dar la bienvenida a las ideas de tu equipo es una táctica de win-win. De hecho, un entorno de trabajo abierto y que fomente la creatividad es una de las ventajas del poder de referencia. Involucrar la opinión de tu equipo hará que quieran hacer su trabajo en lugar de tratarlo como una obligación.
Incluso el líder más creativo no siempre tendrá ideas frescas durante años. Invitar a tu equipo a generar y presentar ideas es una estrategia mucho más efectiva. Los empleados, a su vez, sentirán que su opinión y sugerencias son valiosas y que pueden marcar la diferencia.
6. Anima y felicita a tu equipo
Algunos gerentes cometen el error de dar por sentado el buen trabajo de su equipo o, peor aún, dan órdenes o critican, pero se olvidan de elogiar o agradecer a sus equipos por su buen trabajo.
Reconocer el trabajo duro de tus empleados es una parte integral del poder de referencia en la gestión. Aquí hay varias formas de elogiar a tu equipo de una manera justa y atenta:
- Asegúrate de que el buen trabajo sea elogiado constantemente,
- Asegúrate de no descuidar a algunos empleados mientras solo elogias a otros (no te olvides de los héroes silenciosos que constituyen la base sólida sobre la que funciona tu empresa),
- Elogia victorias relacionadas con el trabajo, no rasgos de personalidad,
- Destacar los logros individuales, así como los del equipo,
- Considera abrir un canal de Slack para agradecer y compartir elogios entre todos los miembros del equipo.
7. Interésate en tus empleados
Detrás de cada rol, hay una persona real con sus alegrías y problemas de la vida real. Al mostrar un interés razonable en su vida privada, le indicarás a tu equipo que te preocupas por ellos y sus problemas fuera del trabajo.
Por ejemplo, en las reuniones de los lunes, pregúntale a tu equipo cómo fue su fin de semana y muestra verdadero interés en sus respuestas. Haz preguntas de seguimiento y ofrece ayuda si un empleado tiene problemas. Si no puedes hacer nada al respecto, al menos muestra empatía y comprensión.
Los eventos regulares de trabajo en equipo pueden ayudarte a conocer a tu equipo y ayudar a los empleados a vincularse entre sí. Los entornos informales permiten un intercambio más natural de conversaciones triviales no relacionadas con el trabajo para conocerse mejor.
8. Estate del lado de tu equipo
En algunas situaciones, puedes encontrarte en desacuerdo o incluso en conflicto entre tu empleado y tu cliente. Estos casos nunca son fáciles, pero haz todo lo posible para mostrar a tus empleados que los respaldas. Incluso si esto significa asumir la responsabilidad de los errores de tu equipo, es mejor que echarles la culpa frente a tus clientes. Más tarde, evalúa la situación objetivamente y ve cómo se pueden evitar tales errores en el futuro.
Incluso en casos de insatisfacción por parte de dirección con uno de tus empleados, trata de hacer todo lo posible para apoyar a tus subordinados sin parecer desleal a la empresa. Lucha por tu equipo tanto como puedas, y la gratitud y la lealtad de tu equipo serán tu recompensa.
Ser un buen gerente vale la pena
En pocas palabras, el poder de referencia tiene mucho que ver con tener cualidades agradables, empatía y relaciones interpersonales sólidas con tu equipo. Si eres un líder de referencia, también se te puede llamar amable, digno de confianza y justo. Tú asumes la responsabilidad de tus empleados, al mismo tiempo que confías en ellos y no interfieres con su trabajo cuando no es necesario. No abuses de tu poder de referencia, trata a todos los empleados por igual y facilita el compromiso cuando sea necesario.
Ser un gerente justo vale la pena y da como resultado mejores resultados comerciales, un ambiente de trabajo cómodo y una mejor permanencia de tus empleados. ¡Buena suerte!
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